Autores/as:
Molina Guiñazú, María Milagros
Correo electrónico: [email protected]
Institución a la que pertenece: Facultad de Ciencias Política y Sociales- Universidad Nacional de Cuyo
Zalazar, Oscar
Correo electrónico: [email protected]
Institución a la que pertenece: Facultad de Ciencias Política y Sociales- Universidad Nacional de Cuyo
Longhi, Julieta
Correo electrónico: [email protected]
Institución a la que pertenece: Facultad de Ciencias Política y Sociales- Universidad Nacional de Cuyo
Gutierrez, Dana
Correo electrónico: [email protected]
Institución a la que pertenece: Facultad de Ciencias Política y Sociales- Universidad Nacional de Cuyo
Área temática: Teorías y metodologías de la investigación en comunicación
Palabras claves: Escuela Latinoamericana- Relectura- Comunicación Social
Resumen:
La isegoría, el hablar de igual a igual, marca la tradición del pensamiento latinoamericano en comunicación social. Justamente es esta tradición la que nos proponemos retomar y continuar en nuestro trabajo y la relectura, es la estrategia elegida. Después de muchos años, la negociación y la política en las democracias surgidas durante las posdictaduras del cono sur, han logrado brindar, al menos hasta el momento y con diversos límites según el país, las herramientas políticas para resolver los violentos enfrentamientos y conflictos sociales. Es un proceso complejo en el que, al mismo tiempo que se avanzó en algunos casos, en la ampliación de la ciudadanía y la inclusión social; las clases dominantes y los grupos concentrados de poder económico y mediático, lo mantienen y lo acrecientan, en un intento desesperado de volver al siglo XIX. Es decir, de promover la pérdida de los derechos conquistados y sobre todo, de oponerse a superar la desigualdad y las garantías de lo que se ha dado en llamar el buen vivir. Las dicotomías y el conflicto vuelven a dibujar claramente dos mundos contrapuestos en la tradición latinoamericana: civilización y barbarie. Con el fin del terrorismo de estado y los juicios contra los crímenes de lesa humanidad, al parecer, el enfrentamiento armado dio lugar a la resurrección de la política como herramienta para resolver los conflictos sociales. En este contexto, la polarización, la desigualdad y la violencia contrastan con las promesas de una globalización poshistórica, más propia de la “ingenua imaginación” de los noventa (maquillada siempre de novedad) que nunca se cansa de anunciar la inminencia de un mundo a la mano, la aldea global y el fin del conflicto. Nuestra propuesta en el trabajo es repensar y releer la tradición de la Escuela Latinoamericana de Comunicación Social (ELCS) a la luz de las nuevas prácticas de comunicación y la emergencia de nuevos cruces entre los borrosos límites de lo culto, lo popular y lo masivo. Para ello, también es necesario redefinir los problemas de nuestro campo, problemas que responden por una parte –y no debemos olvidar- a la dinámica predadora del proceso de globalización que afectó nuestros países del sur, en asociación con el terrorismo de estado y los grupos concentrados; pero también deben atender a aquellos emergentes que surgen de la lucha por la justicia, la dignidad, la democracia y los derechos humanos. No necesitamos recaer en las viejas dicotomías articuladas en el siglo XIX latinoamericano, como la de civilización o barbarie. La pregunta adecuada sería ¿cómo pensamos este nuevo siglo cultural y qué herramientas nos ofrece la ELCS para ello? Sin duda el camino de releer nuestra tradición en comunicación social se nos ocurre un camino fecundo.